miércoles, 31 de diciembre de 2008

V. RÉGIMEN DE SALARIOS - “PLUSVALÍA” CAPITALISTA Y “PLUSVALÍA” SOVIÉTICA. “STANDARD DE VIDA Y SALARIO REAL.

Transcripción : Pedro Pariona M.


RUSIA EN 1931
Reflexiones al pie del Kremlin

César Vallejo Mendoza



V. RÉGIMEN DE SALARIOS - “PLUSVALÍA” CAPITALISTA Y “PLUSVALÍA” SOVIÉTICA. “STANDARD DE VIDA Y SALARIO REAL.

Ninguno de los sistemas de salario usuales en régimen capitalista corresponde al que se observa en Rusia. Ni el salario por horas de trabajo, ni el régimen de primas, ni el mixto, tan recomendado por Ford. El motivo reside en la diferencia de los métodos seguidos en el mundo burgués y en el soviético para establecer el valor del trabajo. La diferencia de estos métodos, por otra parte, constituye una de las expresiones más esenciales y características de cada una de estas cosas economías. Los sistemas de salario varían de la una a la otra porque la voluntad y el interés que los establecen no son idénticos. Y no lo son ni por su origen ni por su dirección histórica. En el capitalismo. Esta voluntad y este interés son de origen individual y tienden al aumento de las plusvalía o sea al aumento de la propiedad privada. En la economía soviética. La voluntad y el interés que presiden el establecimiento de los diversos métodos determinantes, a su ve, del valor del trabajo, son de origen colectivo y tiende al aumento del bienestar y la riqueza comunes. Tal es el profundo abismo que separa la tabla de salario soviéticos de la de los salarios yanquis, verbigracia. Esto es muy importante no olvidarlo, para evitarlo, para evitar las confusiones, trampas y sofismas que los profesores y patronos capitalistas suscitan en su favor cada vez que se equiparan los salarios de uno y otro proletariado.-A primera vista -empieza diciéndome el profesor Tiarof- se diría que el sistema de nuestro salario no difiere del sistema clásico y corriente que se observa, desde los comienzos del capitalismos, en casi todos los países industriales, como la Gran Bretaña, Alemania, Francia, etc. Hasta podría creerse que, en este terreno, no hemos llegado aún al famoso régimen deprimas, tan extendido en los estados Unidos, y cuya apogeo declina con la “revolución”fordista de los salarios. Me refiero al sistema del salario por horas de trabajo simple, que es el que predomina en nuestra economía. Pero quienes así discurren, operan desde una posición empírica y no tienen para nada en cuenta la relaciones sociales entre el capital y el trabajo, que está en la base de todo salario. Ignora o fingen ignoran un cúmulo de factores descubiertos por Marx en el modo de producción capitalista, y cuyo examen es indispensable para todo estudio comparativo de los salarios. “El trabajo es la única fuente de toca riqueza y de todo valor -dice Engels- .Por consiguiente, cabe preguntarse: ¿por qué el asalariado no recibe todo el valor producido por su trabajo, abandonado una parte de él al capitalista?”. Pues bien, en los distintos sistemas de salario capitalista, esa parte del valor producido por el trabajo del asalariado, queda siempre para el patrón, en proporciones variables; pero en aumento continuo. Al sistema de salarios mixtos- trabajo a la cadena y régimen de primas- de los talleres Ford, corresponde el “honor” de haber acrecentado esa parte del valor producido por el trabajo del asalariado y abandonado al patrón, o sea la plusvalía, a su máxima proporción.-¿Y en la economía soviética?-Aquí el asalariado tampoco recibe todo el valor producido por su trabajo. En la economía soviética, el obrero abandona también una parte del valor producido por su trabajo. Pero lo abandona a la colectividad, de la que forma parte él mismo, y no a uno o varios individuos. la plusvalía entre nosotros existe, pero ella no está destinada a la acumulación del capital privado, sino a la acumulación del capital social. La sociedad soviética no es aún socialista, y mientras hayan un Estado, existirá un sujeto del derecho de propiedad colectiva, encargado de administrar, por vías más o menos legales y coercibles, los negocios colectivos. Y es a las manos del Estado, encarnación genuina de los intereses comunes, que va a parar la plusvalía procedente del trabajo del asalariado. De ellas sale con destino al incremento del bienestar común.El profesor Tiarof hace una pausa y, como nota que aún no acabo de ver claro en sus explicaciones respeto a los salarios, añade, tratando de ser lo más preciso posible.-Sentadas estas primeras consideraciones de orden general, vamos a lo de los salarios. Dado que la plusvalía soviética sirve a la acumulación socialista nadie en particular está interesado ni quiere reducir arbitrariamente los salarios. A fin de quedarse con un provecho mayor derivado de esa reducción. La colectividad, de empeñarse en aumentar a la fuerza la plusvalía común, cometería un acto de suicidio colectivo. La acumulación socialista del capital se hace por los obreros, a costa de los obreros y en favor de los obreros. Es un simple acto de ahorro colectivo, mientras que la acumulación capitalista constituye la expropiación del interés de una clase social en favor de otra clase, la explotación de la mayoría trabajadora en favor de unos cuantos parásitos. En el régimen soviético impera, por eso, un sistema de salarios establecido por los propios asalariados y sus variaciones, aumentativas o disminutivas , se inspiran en los intereses también de los asalariados. El valor del trabajo depende, de esta manera, únicamente de las oscilaciones del interés social y no del apetito y la codicia de un particular. No es racional suponer que el proletariado va a imponerse a sí mismo, caprichosamente y por puro deporte ayunativo, salarios irrisorios, cuando el estado de la economía social permite, por el contrario, salarios superiores , ¿Quién en particular saldría ganando de semejante yugo de miseria? Nadie, En el orden capitalista sí. Ahí hay dos clases sociales: los patrones y los proletarios, cada cual con interés diversos y encontrados. La escala de salarios constituye de los campos de batalla entre ambos intereses. Si los salarios son bajos, hay alguien que sale de ello ganando: los patronos.“De otro lado -me dice el profesor Tiarof-, no se puede hablar de salarios sin usar términos más específicos, que corresponden a ideas igualmente específicas, como son las salario real y standard de vida o precio medio de la vida. Nuestra situación económica actual nos ha permitido cerrar casi totalmente la tijera formada por el salario real y el precio de la vida, estableciendo entre ambos términos un equilibrio sólido y perpetuo. En Rusia, la solución entre las necesidades de la acumulación socialista y las necesidades de la vida del trabajador sólo es posible partiendo, en primer lugar, de la satisfacción de estas últimas. Sólo cuando ya se ha equilibrado el precio de la vida con el salario real, sólo entonces se empieza a pensar en la plus-valía socialista. Primero se subsiste, después se ahorra. Durante largos años no se ocupo el Soviet sino de que el proletariado subsista, y sólo tras de penosos esfuerzos ha empezado a capitalizar y a desarrollar su economía. Mas lo propio no sucede en los países capitalistas. Ahí la tijera formada por el salario real y el precio de la vida se abre cada vez más, ahondado el abismo que hay entre el uno y el otro. Ahí se invierten los términos: primeros el patrón ahorra y después subsiste el trabajador. O lo que es lo mismo: para que los patrones pueda incrementar Sus caudales, matan de hambre al proletariado. Ahí la solución entre las necesidades de la acumulación capitalista y las necesidades de existencia del trabajador sólo es posible partiendo preferencialmente de la satisfacción de las primeras. Los patrones buscan, al parecer, el equilibrio efectivo entre el precio de la vida y el salario real; pero en realidad, lo evitan. Esta diferencia entre el salario real y el precio de la existencia del obrero, es la que Marx designa con el nombre de plusvalía simple, para distinguirla de la plusvalía compuesta, que representa el total de las utilidades del patrón, comprendidos los provechos derivados de la racionalización del aumento de las horas de trabajo sobre las estrictas que el obrero necesita laborar para ganarse lo justo para vivir; del trabajo de los niños mujeres, etc-¿Cuándo gana, por término medio, la mano de obra en Rusia?-Alrededor de dos rublos al día.-¿Y los obreros técnicos-Cinco rublos-¿Y un ingeniero?-Ocho rublos, en promedio.Me falta -pienso para mí- enterarme de cómo se realiza ese equilibrio entre los salarios y el coste de la vida en el Soviet. Doy gracias al profesor Tiarof por sus valiosas declaraciones y me encamino a una instalación metalúrgica de los alrededores de Moscú. Son los obreros ahora los que tienen la palabra.



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